Heraldo Muñoz, ministro de Relaciones Exteriores de Chile

 

El canciller subrayó el carácter no excluyente de la política exterior de la administración Bachelet, indicando que promoverá la convergencia gradual en la diversidad entre países, bloques y continentes, particularmente en América Latina y, concretamente entre la Alianza del Pacifico y el Mercado Común del Sur, MERCOSUR.

Destacó entre la prioridades de la política exterior la relación con Latinoamérica en el interés de logar una integración flexible  no sólo comercial y económica, sino que también social y cultural.

Enfatizó la necesidad de invertir en la conectividad con la costa atlántica sudamericana para compartir las ventajas de la presencia, apertura y asociaciones de Chile con el Asia Pacifico.  Se manifestó convencido del alza relativa de la influencia de Latinoamérica en el panorama mundial y de la conveniencia de aprovechar las afinidades regionales a fin de no quedar marginado de las grandes negociaciones internacionales. Se refirió a las perspectivas en las relaciones con los países vecinos – Argentina, Bolivia y Perú – y también Brasil, a las negociaciones de la Trans-Pacific Partnership (TPP) y a la participación chilena y de la Unión de Países Sudamericanos – UNASUR – en la facilitación del diálogo entre la oposición y el gobierno de Venezuela, respecto del cual manifestó un moderado optimismo en medio de las dificultades. Anunció la preparación del Libro Blanco de la Política Exterior, el impulso de la cooperación Sur – Sur (Programa de cooperación del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo – PNUD- que apuesta a la eficacia y eficiencia en el uso de recursos de cualquier tipo donde los países de una misma región comparten experiencias), la participación activa en los organismos y foros internacionales, y la elaboración de un proyecto de modernización de la cancillería.